jueves, 16 de marzo de 2017


DE CÓMO TRAJERON BUENOS AUGURIOS LOS IDUS DE MARZO, AUNQUE PRESAGIABAN CONFLICTO ENTRE OVERA Y PALACÉS, A PROPÓSITO DEL CARNAVAL.


¡Quién podía imaginar que en forma súbita
un suceso casual, un hecho insólito
iba a dar ocasión en plaza pública,
(en Facebook y otros medios electrónicos,
que se hallan por doquier en nuestra época),
de discutir ¡tan bien!, en modo estólido
sobre cosa pueril de esta república!
Fue el asunto en cuestión, el de las máscaras
y el apellido que les da el indígena
a uno y otro lado del desértico
valle del Almanzora poco hidráulico,
en este tramo de la Overa heróïca
frente a la filabre Palacés zurgénica.
Alcanzó aquella lid un cariz cómico
cuando amenazaba ser dramática,
pues hubo algún mediano despropósito,
intercalado de manera estrambótica
en texto “palaciego” archifantástico
propio de autor con prosa catastrófica,
que detesta quizá al sublime Góngora,
de Polifemo y Galatea la fábula,
de la bella ninfa y el fiero cíclope
y prefiere, al destello pirotécnico,
el ruido tronante de la pólvora,
su olor a azufre, y polvo carbonífero
del petardo ruin y cohete múltiple.
Era un prodigio el formidable artículo
-deslumbrante como cualquier fenómeno-
que nos bajaba de un cuerno lunático
y nos situaba a la altura betúnica
a los de la ribera meridiánica
en la margen izquierda del malévolo
río soberbio, de furor auténtico.
Sonaba bien la materia de música,
pero desentonaba por la lítera.
Hubo alguna tensión bastante eléctrica
que estuvo a punto de fundir los plúmbeos;
mas no se tensó tanto el elástico
y acabóse tan absurda polémica,
en torno al Carnaval cencerriacústico,
cuando medió con actitud pacífica
gente sensata de talante cívico,
que aproximó, cordial,  posturas rígidas,
e hizo distinguir lo que es superfluo,
de lo esencial, en situaciones críticas.
Depusieron  las armas antagónicas
aquellos adversarios tan acérrimos;
y firmaron las paces napoleónicas,
de entrambas orillas, los ejércitos,
según rezan las inscripciones pétreas
y difunden las famas mitológicas
por amplios valles, montañas y océanos:

                                         Pacem Superbam
     Flumen Superbum, Idus Martiae. DC et IV annos post Xto.*


*Inscipción epigráfica lapidaria supuestamente hallada después de la riada de 1973, en las inmediaciones del río Almanzora, a la altura de Overa, a la que le falta un fragmento; lo cual motiva que no se pueda determinar con exactitud a qué etapa histórica pertenece. Podría ser de época bizantina y conmemoraría un suceso similar al arriba descrito.


                                                 Salvador Navarro Fernández

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